Pregono libertad...
pregono al poder del impulso,
a la exquisitez del silencio diurno y el bullicio explosivo nocturno.
por el éxito de la caricia impúdica.
al desencasillamiento y el derecho al ridículo desnaturalizado.
Porquería.
No se porqué pregono
¿Acaso a quién le gusta enjusticiar?
Que lata, que hastío ser Dios.
Soliloque.
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